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¿Cada cuánto echar guano a las plantas para su crecimiento?

Cada cuánto echar guano a las plantas es una de las preguntas más comunes que nos hacemos los amantes de la jardinería. Es importante conocer el mejor momento y la frecuencia adecuada para fertilizar nuestras plantas con guano, ya que es un abono orgánico que aporta nutrientes esenciales para su crecimiento y desarrollo. En este artículo, te explicaré la importancia de utilizar abonos orgánicos en lugar de sintéticos, así como los diferentes tipos de abonos orgánicos más recomendados y cómo utilizarlos de manera efectiva.

Por qué usar abonos orgánicos en vez de sintéticos

Los abonos orgánicos, como el guano, son una opción más saludable y respetuosa con el medio ambiente en comparación con los abonos sintéticos. Los abonos orgánicos liberan nutrientes de manera gradual, lo que evita la acumulación de sales en el suelo y promueve la biodiversidad de microorganismos beneficiosos. Además, los abonos orgánicos mejoran la estructura del suelo, aumentan su capacidad de retención de agua y fomentan el crecimiento de raíces fuertes y sanas. Por otro lado, los abonos sintéticos suelen contener sustancias químicas que pueden ser dañinas para las plantas, el suelo y el medio ambiente en general. Por estas razones, es recomendable optar por abonos orgánicos como el guano para nutrir nuestras plantas de forma natural y sostenible.

Fertilizantes y abonos orgánicos para plantas – los más recomendados

Además del guano, existen otros fertilizantes y abonos orgánicos muy recomendados para alimentar nuestras plantas de manera natural. Algunos de ellos son el estiércol, las pieles de plátano, las cáscaras de huevo, los posos del café, la orina humana, el césped, la ceniza de la chimenea, el vinagre, el humus de lombriz y las lentejas. Cada uno de estos abonos tiene propiedades y nutrientes específicos que benefician a diferentes tipos de plantas, por lo que es importante conocer sus características y utilizarlos de forma adecuada.

Estiércol

El estiércol es uno de los abonos orgánicos más utilizados gracias a su alto contenido en nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio y materia orgánica. Se puede emplear estiércol de diferentes animales, como vaca, caballo, oveja, gallina, entre otros. Antes de utilizarlo, es importante compostarlo para evitar la presencia de semillas de malas hierbas y reducir el riesgo de transmisión de enfermedades. El estiércol aporta nutrientes de manera lenta y constante, mejorando la estructura del suelo y favoreciendo el crecimiento de las plantas.

Pieles de plátano

Las pieles de plátano son una excelente fuente de potasio, un nutriente esencial para el desarrollo de frutas y flores. Para utilizarlas como abono, se pueden enterrar alrededor de las plantas o triturarlas y añadirlas directamente al suelo. El potasio ayuda a fortalecer las defensas de las plantas, mejorar su floración y aumentar la resistencia a enfermedades y plagas. Además, las pieles de plátano atraen lombrices y otros microorganismos beneficiosos, contribuyendo a la salud del suelo.

Cáscaras de huevo

Las cáscaras de huevo son ricas en calcio, un nutriente fundamental para el desarrollo de raíces fuertes y el crecimiento de la estructura celular de las plantas. Antes de añadirlas al suelo, es recomendable triturarlas para facilitar su descomposición y liberación de nutrientes. El calcio ayuda a prevenir deficiencias en las plantas, fortalece sus tejidos y reduce el riesgo de enfermedades como la pudrición apical en tomates y pimientos. Además, las cáscaras de huevo actúan como un eficaz repelente natural de caracoles y babosas.

Los posos del café

Los posos del café son una fuente de nitrógeno, potasio, fósforo y otros nutrientes que benefician el crecimiento de las plantas. Se pueden utilizar directamente como abono o añadir al compost, contribuyendo a la descomposición de la materia orgánica y enriqueciendo el suelo. Además, los posos del café ayudan a mantener alejadas a algunas plagas y aportan acidez al suelo, beneficiando a plantas como azaleas, rododendros y camelias.

Orina humana

Aunque pueda resultar sorprendente, la orina humana es un abono orgánico rico en nitrógeno, potasio y otros nutrientes beneficiosos para las plantas. Diluida en agua (en proporciones de 8 partes de agua por 1 de orina), la orina humana puede utilizarse para regar plantas de interior, huertos y jardines. Su uso como fertilizante natural es una práctica cada vez más popular debido a su efectividad y sostenibilidad, contribuyendo a cerrar el ciclo de nutrientes de forma natural.

Césped

El césped cortado es una excelente fuente de nitrógeno, que puede utilizarse como abono orgánico al dejarlo secar y luego incorporarlo al suelo. También se puede utilizar como cobertura muerta alrededor de las plantas, lo que ayuda a mantener la humedad del suelo, evitar la proliferación de malas hierbas y aportar nutrientes. Además, el césped cortado enriquece el suelo a medida que se descompone, mejorando su estructura y alimentando a las plantas de forma natural.

Ceniza de la chimenea

La ceniza de la chimenea es rica en potasio, calcio y magnesio, nutrientes que benefician el crecimiento de las plantas. Se puede esparcir sobre el suelo del jardín o del huerto, evitando zonas de siembra reciente, y también añadirse al compost para enriquecerlo. La ceniza de madera, en cantidades moderadas, ayuda a equilibrar la acidez del suelo y aporta beneficios a plantas como tomates, pimientos, berenjenas y frutales en general.

Vinagre

El vinagre es un producto natural que puede utilizarse como fertilizante foliar, ayudando a controlar el crecimiento de algunas malas hierbas y a prevenir el ataque de ciertas plagas. Se diluye en agua (una cucharada de vinagre por cada litro de agua) y se aplica con pulverizador sobre las hojas de las plantas, prestando atención a no mojar flores ni capullos. El vinagre no solo actúa como repelente natural, sino que también aporta nutrientes y equilibra el pH del suelo.

Humus de lombriz

El humus de lombriz es un abono orgánico de alta calidad, rico en nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y oligoelementos. Se puede utilizar como fertilizante de liberación lenta, mezclándolo con la tierra de macetas, surcos de siembra o alrededor de las plantas. El humus de lombriz mejora la estructura del suelo, aumenta su capacidad de retención de agua y promueve la actividad microbiana, favoreciendo el desarrollo saludable de las plantas.

Lentejas

Las lentejas, al igual que otras legumbres, son una fuente de nitrógeno que beneficia el crecimiento de las plantas. Antes de sembrarlas, es recomendable germinarlas para activar sus enzimas y aumentar su contenido nutricional. Una vez germinadas, se pueden incorporar al suelo o al compost, aportando nitrógeno de forma natural y fomentando la fertilidad del suelo. Las lentejas también contribuyen a la fijación de nitrógeno en el suelo, beneficiando a otras plantas cercanas.

Cómo hacer abono orgánico casero para plantas paso a paso

Para hacer abono orgánico casero para plantas, puedes seguir estos sencillos pasos:

  1. Recoge materiales orgánicos: Puedes utilizar restos de frutas, verduras, posos de café, cáscaras de huevo, hojas, césped cortado, entre otros materiales orgánicos.
  2. Arma un compostador: Puedes utilizar un recipiente grande o construir un compostador con palets. Asegúrate de que tenga agujeros para la ventilación.
  3. Añade los materiales al compostador: Alterna capas de materiales verdes (ricos en nitrógeno) con capas de materiales marrones (ricos en carbono), como hojas secas o papel. Añade también un puñado de tierra para acelerar el proceso de descomposición.
  4. Humedece el compost: Es importante mantener el compost húmedo, pero no empapado. Añade agua regularmente para favorecer la descomposición de los materiales.
  5. Voltea el compost: Cada cierto tiempo, mezcla los materiales del compostador para favorecer la aireación y acelerar el proceso de descomposición.
  6. Espera a que esté listo: El tiempo que tardará en estar listo tu abono casero variará según diversos factores, como la temperatura, la humedad y los materiales utilizados. Una vez esté oscuro, húmedo y con olor a tierra, estará listo para utilizar.

En resumen, cada cuánto echar guano a las plantas y la elección del abono

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